– Por favor, Aiden, det…–
– Cállate, mocoso. ¿No ves lo que realmente está pasando?- Dijo frunciendo el ceño con molestia.- Ese chico al que llamas «amigo» es culpable de todo.-
-No tienes idea de lo que estás hablando.- Evadí un ataque lateral lanzado por el contrario para tomarlo del cuello y estrellarlo contra el suelo.
-Está en su sangre. ¿Crees que lo forcé a hacer esto? ¡No señor!- Pasó su mano sobre una herida.- Pero el muy idiota no tenía la fuerza para completar esto por si solo.– Sonrió.- Y ahí entré yo.
– Estás mintiendo… Él no es así… No es como tú.- Intentó cortarme nuevamente, llevándose un pedazo de mi camiseta consigo.
– ¿No? Pues, hehe, él mató a todos con sus propias manos. Yo solo estuve ahí para recobrar tanto poder. Así que, si alguien tiene la culpa de esto, es Aiden.-
– Devuélveme…-
-…¿Al chico que no heriría una mosca? Creo que no te puedo dejar hacer eso. No por ahora; chico.-
-¿Por qué hablas en tercera persona? ¿Acaso tu…-
-No; no somos la misma persona.- Dijo señalando con el dedo su ojo.
-¿Él fue quien comenzó esto?- Respondí con un hilo de voz.
– Si. Nadie lo forzó a hacer nada.-
-¿Entonces TÚ que haces aquí? ¡VETE!- Soltó una risita.
-Ehm, yo solo estaba tratando de completar el trabajo, pero luego apareciste tú.-
Le torcí el cuello y se escuchó un crujido fuerte. Lo tomé del cabello, estrellándolo contra el suelo una y otra vez mientras gritaba. Lágrimas, odio, rencor… Todo estaba acumulado y debía dejarlo salir. Se deshizo hecho en polvo y quedó su gema, la cual pisé con fuerza. Pedazos rodaban. Sabía que iba a volver, pero solamente quería probar ese sentimiento tan amado. Me enferma que haya pensado en las consecuencias hasta ahora. Siempre fuimos sus juguetes, nos dejó por allí y allá a su elección… Para tirarnos al fuego finalmente. Pero la pólvora ha estallado, y no me rendiría tan fácil.
Un fuerte brillo apareció tras de mi, nublando mi vista. Era él nuevamente:
-Aww, ¿Me extrañaste, querido?-
-Detente un segundo, maldito conservador…- Dije, deteniendo sus pasos como de danza aproximándose hacia mi.- ¿Fue por todo eso que esto comenzó? ¿Por un simple sentimiento?-
-Supongo que si. Cada vez que volvía, yo iba y venía; creando todos estos… ¿Cómo decirles?… ¿Eventos?-
-¿Cuál es tu nombre?- Su sonrisa se desvaneció de repente.
-Me llaman Dark.-
-¿Quién eres?-
-El poder acumulado… ¿Adónde crees que se fue?- Guiñó un ojo.- ESTÁ EN MI.
Se abalanzó encima de mi, halando mi cabello y arrancando pequeños mechones. Lo pateé en el pecho, alejándolo de mi y tomé su cuchillo. Se acercó corriendo a mi y me golpeó el rostro. A la vez intentaba apuñalarlo, pero estábamos en un forcejeo por el arma. Finalmente, miramos abajo y el cuchillo estaba incrustado en su estómago:
-¿Sabes algo?- Dijo con dientes sangrantes.- Yo no hice nada malo.
Se desvaneció nuevamente. Me apoyé en un pilar de allí, observando su gema en mi mano, hasta que comenzó a brillar y apareció:
-¡Anatomía gema, cariño! ¿Lo haz olvidado?-
-Cállate…-
– Solo me estoy asegurando de que ese asesino pague por todo lo que ha hecho…- Me agaché recogiendo una maleta con cosas para Boo y Aldii.
Escuché un portazo en la casa y sabía que había llegado alguien, que era él. Salí corriendo a la habitación de Aldii y la encontré escuchando música, le quité los auriculares y le pedí que se fuera pronto, adjuntándole un boleto a Nikenea:
-¿P-Por qué debo hacer todo? ¿Qué pasó co…-
-No tenemos tiempo ahora. Vete por la ventana y vete a Nikenea, asegúrate de no volver. Nos veremos allá.- Dije revolviéndole el cabello.
-¿Y qué harás tú?…- Su mirada preocupada se fijaba en mí.
-Morirá. No hay otra forma de acabar con esto.-
-Pero…-
-Sé que puede volver, pero me encargaré de destruir completamente su cuerpo.- La tomé de el brazo y la llevé a la ventana, donde la empujé y cerré la ventana.- Perdóname por todo esto.
-¡Debes irte tú también, infantil, esto NO es un juego!- Dije tomándolo de los hombros, a lo que él respondió empujandome.
-¡No soy un niño ahora! ¡Sé que puedo ayudarte a detenerlo! Tú… Vete con Aldii.- Sonaba resignado, como si se hubiese rendido.
-No planeo dejarte aquí solo.-
-¿Entonces planeas morir hoy?-